Compuestos de amonio cuaternario: una apuesta segura en la lucha contra COVID-19

Fuente: European Centre for Disease Prevention and Control (2020)
La pandemia causada por el SARS-CoV-2 ha provocado a nivel mundial una elevada demanda de productos desinfectantes eficaces contra el SARS-CoV-2. Sin embargo, debido a la novedad de este virus, hasta hace muy poco no existían estudios de eficacia frente al mismo. Numerosas autoridades sanitarias y organismos internacionales como la ECDC1 (Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades) o la EPA2 (Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos) han proporcionado orientaciones sobre la limpieza y desinfección en instalaciones no sanitarias (industrias, medios de transporte, centros de trabajo, etc.) y sobre qué tipo de productos se pueden utilizar.
Entre los listados de productos recomendados por estos organismos para hacer frente a esta crisis sanitaria, muchos de ellos contienen compuestos de amonio cuaternario (QACs), debido a su eficacia viricida. De hecho, publicaciones recientes confirman la eficacia de QACs como el cloruro de benzalconio para eliminar SARS-CoV-2 en superficies, utilizando concentraciones de 1000 ppm y 5 minutos de tiempo de contacto3.
Los QACs son sustancias activas biocidas autorizadas en la Unión Europea y en la mayoría de países del mundo para su uso en la formulación de desinfectantes para distintas aplicaciones: higiene personal, industria alimentaria, uso veterinario, desinfectantes para el ámbito hospitalario y doméstico, etc. Los QACs se utilizan en multitud de productos desde la década de 1940, no solo como desinfectante de superficies, sino también como conservante en productos domésticos comunes como pastas dentífricas, enjuagues bucales, gotas para los ojos, champús o limpiadores domésticos. En la industria alimentaria, los productos desinfectantes que utilizan QACs como ingrediente activo biocida se encuentran entre los más utilizados, debido a que son una alternativa más segura, estable y compatible con los materiales que otros desinfectantes como los basados en cloro, por ejemplo.
En la Unión Europea, se ha establecido recientemente un Límite Máximo de Residuos (LMR) en alimentos para los dos principales QACs utilizados en desinfección: cloruro de benzalconio y cloruro de didecildimetilamonio. Así, estos compuestos no pueden estar presentes en alimentos en concentraciones superiores a 0,1 mg/kg4, considerándose que concentraciones inferiores no suponen un peligro para los consumidores. En contraste, en otros países como en Estados Unidos, la normativa FDA5 permite que los QACs se utilicen incluso sin necesidad de aclarado, permitiendo residuos en concentraciones máximas que oscilan entre las 200 y 400 ppm en superficie tras la desinfección, según los QACs utilizados.